lunes, 5 de diciembre de 2011

Sin noticias del general Torrijos


Aunque las efemérides clamen cada año que diciembre y Torrijos van de la mano en Málaga, cada último mes del año las hemerotecas de los periódicos son delatoras de los proyectos eternos que posterga la ciudad al más doloroso olvido. No tiene Málaga pasajes históricos tan relevantes, tan emocionantes, tan heroicos, tan turísticos si cabe, ni románticos como los del general José María Torrijos con sus liberales luchando, infructuosamente, contra la dictadura cruel del monarca Fernando VII.

Pero pasa que a pesar de la gloria de aquel suceso, sigue la Administración sepultándolos en el más ominoso olvido. No es sólo cosa del Cementerio Inglés donde se deja cubrir de malvas la tumba del lugarteniente de aquella aventura, Rober Boyd, que acompañó a Torrijos en aquella intentona golpista. El tiempo y la dejadez también se ceban con su último rincón de epopeya, donde fueron conminados a la última oración sin ser muchos de ellos propicios a tal cosa.

Muchos años después de que asociaciones vecinales y principalmente la Asociación Cultural Torrijos 1831 reclamara que se respetase y se cuidase el refectorio del Carmen o convento de San Andrés, en la capital, como lugar de recuerdo a los héroes que junto a Torrijos pasaron su última noche –antes de ser fusilados–, y de materializarse su frustrado intento de restaurar el constitucionalismo, todo sigue igual o peor aún, en un rincón que pasa sin pena ni gloria para el transeúnte y donde los malagueños que esperan a Torrijos como cualquier otra ciudad esperaría a un hijo ilustre de su historia más brillante, trascendental, resucitado.

La iglesia de San Andrés que luce mejor ahora con una imagen restaurada y acorde con las imágenes que alberga, de verdadero fervor cofrade como el Chiquito, no tienen su continuación en el paredaño refectorio del Carmen que en 2010 ya alertaba este periódico que se encontraba en estado ruinoso, con muros derruidos y enésimos proyectos incumplidos de ser espacio reservado a Centro de Interpretación de Torrijos, Museo de la Historia de Málaga o lugar de exposiciones de arte y diseño.

"Hace un tiempo se adecentó algo, pero nada más allá de quitarle hierbas y echar un poco de grava. Nada más que yo sepa. Nosotros tratamos de hacerle ver a todas las instituciones del estado ruinoso en el que se encontraba", dice Esteban Alcántara, cabeza visible de la asociación que en estos días lo venera con actos y recreaciones de su aventura, a la que se ha tenido en cuenta en cada reunión que tenía que decidirse sobre el espacio.

La dejadez cobra cuerpo cuando se conoce y saltó a la prensa que el año pasado, a cuenta del anterior, el Ayuntamiento tenía previsto destinar 200.000 euros del Fondo Estatal de Inversión Local para su rehabilitación. Extremo que no se conoce que se haya materializado, según puede detectarse por una simple visual al sitio.

"Tenemos la intención de rehabilitarlo y lo vamos a hacer, pero a día de hoy sigue igual", atina a justificar Diego Maldonado, flamante concejal de Urbanismo al que la promesa de su antecesor, Manuel Díaz, le sorprende pero no esquiva. En febrero de 2010, EL MUNDO de Málaga se hacía eco de la caída de un muro de este espacio olvidado, pero años antes también se hacían eco los papeles de esta deuda cultural y de su triste estado. Según el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Manuel García, este Bien de Interés Cultural "pasó hace un tiempo un proyecto de rehabilitación por la Comisión de Patrimonio Provincial", pero certifica que tampoco sabe nada.

Y eso que la Junta debía velar por el mismo y daba por hecha su inversión a cuenta de uno de los planes E de Zapatero. "El mismo lunes nos pondremos a ver en qué punto se encuentra", acierta a decir García.

El Mundo, 04/12/2011

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