lunes, 27 de febrero de 2012

La era de la fealdad


Algo más ha ocurrido a lo largo de todos estos años alucinados, los años del delirio que duró tanto y del que no parece que despertemos del todo; algo más, aparte de la sinvergonzonería, del despilfarro, de la arrogancia de los nuevos ricos, de la obsesión por los orígenes, de la creencia alentada por la clase política de que se puede tener todo sin pagar por nada ni responsabilizarse de nada ni agradecer nada. Ahora se abren los ojos, ya sin remedio, y lo que se ve no es solo que de nuevos ricos hemos pasado a nuevos pobres, y que es a los débiles a los que les toca pagar las calamidades desatadas por los poderosos.

Lo que se ve, además, es que en todos estos años, sin que nos diéramos mucha cuenta, nos ha ido rodeando e invadiendo un océano de fealdad, un océano que ocupa desde los paisajes que parecían más deshabitados o remotos hasta el corazón de las ciudades. Es una fealdad pública y también privada; una fealdad a escalas inmensas y en tamaños reducidos y no por eso menos viles; se la ve caminando por las calles y cuando se viaja en coche o en tren por esos alrededores cancerosos que nunca terminan y que incluyen siempre centros comerciales, polígonos cimarrones en mitad de páramos, barriadas compactas con torres de muchos pisos que nunca llegarán a ser habitados o urbanizaciones de adosados que se pierden en la lejanía, franquicias de comida basura, prostíbulos con letreros de neón que parpadean débilmente en los mismos secanos y bajo el mismo sol arcaico que tanto emocionaba a los estetas de la generación del 98.

La fealdad de iniciativa privada y de pequeña escala lo asalta a uno desde la puerta de un bar del que sale una musiquilla de máquina tragaperras y un olor a fritangas, desde una de esas tiendas o bazares chinos, desde un atroz salón de juegos junto al que algún jubilado se agrava la bronquitis crónica poco antes de aplastar la colilla en el suelo y del volver adentro para dilapidar la pensión escuchando el Baile de los pajaritos. Es asombroso que tratándose de una fealdad en la que intervienen tantos empeños individuales el efecto general sea tan unitario: el mismo en una calle del centro de Madrid y en una del extrarradio, en el sur o en el norte, en nacionalidades históricas dotadas de una identidad cultural que se remonta al paleolítico o a las cruzadas y en esas otras que se han ido apañando por imitación en las últimas décadas. Justo en ese tiempo en el que más recursos se han invertido en recuperar identidades es cuando se ha logrado una unidad más perfecta: la estética española de lo desaliñado y lo pavoroso.

Casi no se puede decir, porque otro de los muchos logros de esta época ha sido el fomento de orgullos colectivos tan propensos al agravio que la menor crítica conduce al linchamiento, al anatema y la excomunión. Pero en muchas ocasiones, en una capital o en un pueblo de mil habitantes, lo que sorprende, lo que casi estremece, es el grado y las variedades de fealdad que uno va encontrando. Pero a ver quién es el valiente que da un nombre. La arquitectura popular ha sido arrasada casi en todas partes. Y lo que queda muchas veces es un monumento histórico rodeado de horrores, aislado del ecosistema en el que tuvo sentido. Queda el monumento, mal que bien, quedan las extensiones de bloques de pisos con cierres de carpintería metálica y portales de falso mármol, algunos de ellos aderezados con fantasías posmodernas de los años ochenta, quedan los pavimentos de granito y las calles sin aceras y con bolardos o chirimbolos y bancos públicos sin respaldo que a los arqueólogos del porvenir les servirán para fechar la era Zapatero de principios del siglo XXI.

Y quedan otros dos rasgos fundamentales de dicha era: los llamados edificios emblemáticos o icónicos y la escultura de rotonda de tráfico. Ahora es bastante cómico leer las críticas tajantes, aunque retrospectivas, que empiezan a publicarse sobre las extravagancias arquitectónicas de estos últimos veinte años. Pero hasta que Llàtzer Moix publicó en 2010 Arquitectura milagrosa el debate público sobre tales delirios no había existido (o si existía entre los arquitectos no llegaba a nosotros, la plebe no experta y no autorizada a juzgar), y nadie prestaba mucha atención a detalles tan poco relevantes como los costes de la construcción y los del mantenimiento. La era Calatrava también les resolverá problemas de datación a los arqueólogos del futuro lejano, y además les alegrará las excavaciones con hallazgos abundantes, aunque en ocasiones difíciles de interpretar.

Pero quizás el misterio arqueológico definitivo del próximo milenio serán las rotondas o glorietas de tráfico: el Stonehenge y el Machu Picchu y la isla de Pascua de la gran era de la fealdad pública española. Quizás en Kazajistán o en Mongolia o en alguna otra república postsoviética de Asia Central se encontrarán monumentos semejantes. Aproximarse por carretera a cualquier ciudad española es un horror más o menos idéntico en el que no hay más variaciones que el tamaño de las esculturas en las glorietas de tráfico y quizás el perfil distante de la aguja de una catedral. Las hay abstractas y las hay figurativas. Casi todas ellas exaltan algún fundamento de la gloria local. Algunas recuerdan el gusto escultórico de aquellos dos antiguos amigos de Occidente, Sadam Husein y Muamar el Gadafi. Algún historiador del arte con inclinaciones depravadas podría hacer una tesis sobre ese fenómeno estético.

Estoy impaciente porque se termine y se inaugure la que será probablemente la obra maestra de la escultura de glorieta. Ahora mismo las fotos la muestran todavía rodeada de andamios, en medio de un páramo, pero no puede faltar mucho para que esté terminada. Recibirá a los viajeros que lleguen al aeropuerto de Castellón, que fue inaugurado con gran pompa hace casi un año por las autoridades autonómicas y provinciales, pero en el que sigue sin aterrizar ni despegar ningún avión. La escultura, obra del artista Ripollés, es, según la descripción del periódico, "un coloso de metal de 20 toneladas". Representa, en palabras del propio artista, "una figura a la que le saldrá de la cabeza un avión; ese es el germen y el esperma del nacimiento de la obra". Parece ser que se trata de un homenaje algo alegórico al expresidente de la Diputación Provincial de Castellón, de cuyo cerebro brotó, por citar al artista, el germen y el esperma de este aeropuerto.

Recordar que la escultura costará 300.000 euros es sin duda una mezquindad. Quién le pone precio al arte. Y al fin y al cabo ese gasto es una nadería en un aeropuerto que ha costado 150 millones de euros, y que costará mantener 8 millones al año. En el caso no improbable de que ningún avión llegue a aterrizar en él, los vecinos de la zona podrán recrearse paseando bucólicamente por las pistas y admirando en silencio la escultura del artista Ripollés. Quizás dentro de mil años el coloso castellonense de 20 toneladas será una de las pocas reliquias visibles de nuestra era de la fealdad.

Antonio Muñoz Molina, El País, 14/01/2012

martes, 21 de febrero de 2012

La ciudad


Las grandes ciudades son seres vivos descomunales en un proceso constante de transformación y creación. Las ciudades se hacen día a día, siguiendo multitud de sendas que las dirigen hacia un futuro casi inescrutable.

La ciudad es múltiple, poliédrica, un vasto laberinto en el que la gente vive como pequeñas hormigas frenéticas y angustiadas. Cada hormiga, cada persona, vive la ciudad a su manera, algunas como si no vivieran en ella, otras encerradas en el camino diario entre una calle y otra, otras recorriendo y viviéndola de forma completa, conquistando las aceras a cada paso, recorriendo espacios que se renuevan casi a diario.

Málaga se hace y se deshace desde hace casi tres milenios. Desde la colonia fenicia hasta hoy, todo se ha construido, destruido y vuelto a edificar en numerosas ocasiones. Al igual que sus habitantes, unos y otros a lo largo de tres mil años.

De todas esas idas y venidas del oleaje de la historia quedan en la ciudad huellas que se pueden rastrear y vestigios que deben conservarse. El patrimonio cultural, ya sea histórico, artístico, etnológico o inmaterial, debe ser protegido como uno de los pocos activos con los que contamos como sociedad, constituyendo un capital, hablando en términos económicos, que nos diferencia y da valor frente a los demás.

Pero para proteger, conservar y disfrutar de nuestro patrimonio hay que tener un sentimiento de pertenencia a un grupo humano, en este caso a una ciudad, nadie se preocupa de lo que no es suyo, algo que ha faltado de forma flagrante a lo largo de la historia reciente malacitana. A esta situación responde que los innumerables atentados cometidos contra nuestro patrimonio, de forma casi diaria, no tengan habitualmente respuesta.

Hace relativamente poco el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, demostrando lo grande que le queda el cargo, y tras inaugurar una subsede del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico en el puerto, absurda y con un cometido puramente político, anunciaba, por enésima vez, la restauración del convento-cuartel de La Trinidad.

La restauración y "puesta en valor", como dicen los cursis, consiste, a falta de dinero y, fundamentalmente, de ideas, en demoler los edificios militares construidos a lo largo de los últimos siglos alrededor del primigenio convento.

Gran idea la de Paulino: tiremos abajo cosas, para que parezca que hacemos algo, mientras se acercan las elecciones. Resultó ser un gran estratega el de Antequera, léase la ironía, pero, por una vez, parece que la sociedad malagueña reacciona: más de doscientos colectivos ciudadanos le plantan cara al consejero. ¿Lo conseguirán?

Cristobal Villalobos, Málaga Hoy, 19/02/2012

sábado, 18 de febrero de 2012

A un mes de las elecciones la Junta se la juega y demolerá el cuartel de la Trinidad


El delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Manuel García, se reunió ayer en la sede del distrito de Bailén Miraflores con integrantes de la Plataforma en Defensa del Convento de la Trinidad, formada por más de 220 colectivos de la ciudad en una cita en la que no faltaron momentos de tensión.

Manuel García, acompañado de técnicos, explicó que la administración autonómica tiene la intención de seguir adelante con la demolición de los tres pabellones militares que se conservan de su pasado como cuartel.

La reunión sirvió para escenificar las posturas opuestas de ambas partes, pues la plataforma aboga por la supervivencia de los tres pabellones, mientras que la administración autonómica subrayó ayer la intención de echarlos abajo, respaldada por informes técnicos que resaltan la falta de calidad artística y arquitectónica de los edificios militares. Precisamente el pasado 10 de febrero, Manuel García anunció la paralización de las demoliciones para hablar con los colectivos ciudadanos y esperar a que se solvente la denuncia judicial presentada por la plataforma contra estas demoliciones.

Salvador Jiménez, presidente de la asociación cultural Zegrí y portavoz de la plataforma, mostró anoche a La Opinión su decepción por el anuncio del delegado de realizar los derribos. «La reunión ha terminado mal, parece que contamos poco para la Junta porque van a cumplir el plan de la obra», explicó.

Para el portavoz de los 220 colectivos, se trata de una cuestión «que tendrá que decidir el juez». La denuncia fue presentada el pasado 3 de febrero por un posible delito contra el patrimonio histórico-artístico al considerar que hay que entender el antiguo convento «como un todo, en una misma parcela».

El delegado de Cultura, Manuel García, declaró ayer a este diario que la intención de la reunión fue explicar que la demolición de los pabellones «no es una decisión arbitraria ni tiene una base política sino que está fundamentada en informes técnicos muy serios».

El responsable de Cultura informó de que trasladaría el resultado de la reunión al consejero de Cultura, Paulino Plata, el próximo lunes y señaló que ya hay una empresa «licitada y adjudicada» para seguir adelante con el plan de obra. En este sentido, explicó que es probable que no se pueda empezar por la consolidación del convento y haya que demoler primero, «porque si limpias artesonados no puedes luego someter aquello a una demolición».

Alfonso Vázquez, La Opinión de Málaga, 18/02/2012

viernes, 17 de febrero de 2012

En 2005 ya se avisaba de la ruina inminente del palacio del Conde de Puertollano


El nefasto proyecto de las Tecnocasas, iniciativa con la que la Junta de Andalucía pretendía rehabilitar los arrabales históricos ubicados al norte de Carreterías, se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para técnicos y administraciones.

Este plan, ideado en 2005 bajo la dirección de nuestro arquitecto más polémico, Salvador Moreno Peralta, se ha revelado como el mayor desastre urbanístico y patrimonial desde el famoso Plan Especial de Reforma Interior de Trinidad-Perchel, redactado también por Moreno Peralta y todavía inconcluso después de tres décadas. Dicho plan ha supuesto, en la práctica, la desaparición de estos emblemáticos barrios, la expulsión de sus vecinos originales y la pérdida de gran parte de nuestro patrimonio.

Por desgracia, el proyecto de las Tecnocasas va por el mismo camino, no hay más que ver el estado actual del edificio de Cobertizo del Conde nº 22 junto con sus magníficas pinturas murales, que ya se encontraban en peligro en 2005, tal como denunció el diario Málaga Hoy, justo antes de aprobarse el proyecto. A continuación reproducimos el artículo original.

(Torre Vigía)

______________________________________________________________
(Artículo publicado en Málaga Hoy el 27 de junio de 2005)

El abandono amenaza una casa con pinturas murales


El palacio del Conde de Puertollano y Duque de Arcos, un inmueble sin protección, es el único de Málaga decorado con estípites.

Bajo el aspecto de abandono y ruina, los desconchones y las capas de cal de un inmueble de la calle Cobertizo del conde se descubren ricas pinturas murales del siglo XVIII. Se trata del único ejemplo que se conoce por ahora en Málaga de estípites como elementos ornamentales. Las estípites son pilastras en forma de pirámide truncada, con la base menor hacia abajo y rematada por un tronco y una cabeza, en la mayoría de los casos, de mujer. Esta casa, parte de la principal propiedad que el Conde de Puertollano y Duque de Arcos tenía en Málaga, no tiene protección en el catálogo de planeamiento urbanístico, lo que supone que podría perderse, y con sus muros, lo harán sus pinturas. “Sería muy importante su recuperación in situ o trasladarlas a un soporte móvil para mostrarlas en un contexto museográfico que la ciudad tenga en mente, o debería tener en cuenta debido a la importancia de la pintura mural en Málaga”, propone el historiador de arte Eduardo Asenjo.


El doctor Ángel Palomares Samper, en la actualidad conservador de museos, hizo en 1999 un estudio urbanístico, arquitectónico y de las pinturas murales de este edificio, una propiedad del siglo XVI de una de las principales familias nobles de Andalucía y que ya recogía el Catastro del Marqués de la Ensenada. Este inmueble se ha ido transformado y en las fachadas se reconocen partes de lo que fueron hermosas decoraciones de finales del siglo XVIII.


“Se elimina el abigarramiento ornamental y abunda la integración de lo figurativo con lo arquitectónico”, explica Eduardo Asenjo. La planta baja está muy transformada y tan solo se encuentran vestigios de pinturas en la primera y segunda planta. La fachada tiene los característicos balcones panzudos y alrededor de los vanos se dispone la composición arquitectónica. Las esquinas del edificio se refuerzan con estípites, muy ricas y efectistas”, añade el historiador del Arte. Aunque se deberían hacer catas para determinar mucho mejor las características de estas pinturas, predomina el color marrón y las piezas se perfilan para dar volumen y crear sombras. “Aquí volvemos a encontrarnos la rocalla y aparecen figuras que recuerdan a las de la Casa del Administrador, puesto que se presentan en tarimas”, comenta Asenjo. Se conserva también la mitad de una balanza y la tarima de una posible dama de la justicia, pero una ventana posterior acabó con este motivo. “También se distingue una figura que parece de mujer en la otra cara del edificio”, dice el profesor.



La Gerencia de Urbanismo y la Oficina de Rehabilitación del Centro Histórico “se han mostrado muy receptivos cuando hemos planteado la importancia de estas pinturas”, afirma Asenjo.

sábado, 11 de febrero de 2012

Paulino Plata aplaza la demolición del cuartel de la Trinidad


No habrá derribos en el convento de la Trinidad, de momento. La Junta aplazará la demolición de los pabellones militares anexos al edificio histórico hasta que haya un nuevo informe técnico.

«Las obras no van a actuar inicialmente sobre esa parte para que los técnicos puedan pronunciarse», confirmó ayer el consejero de Cultura, Paulino Plata. Plata se pronunció así tras la denuncia presentada la pasada semana por la Plataforma en Defensa del Convento de la Trinidad. Los más de 200 colectivos culturales, sociales y vecinales que la integran intentaban evitar que se ejecutara el derribo al entender que las construcciones militares forman parte del conjunto histórico.

El consejero de Cultura aseguró que en estos momentos se trabaja en «la consolidación de la parte histórica del edificio». «Lo demás puede esperar un poco a que especialistas se pronuncien nuevamente. No tengo ningún inconveniente en que haya un pronunciamiento técnico sobre la conveniencia de mantener esos añadidos posteriores», señaló Plata.

Espacio protegido

En cualquier caso, el responsable de Cultura recordó que en la declaración del convento como Bien de Interés Cultural «queda muy claro cuáles son los espacios que están protegidos y cuáles no, y siguiendo ese criterio es como se ha hecho el folleto de intervención».

Resaltó que la rehabilitación de esta construcción trinitaria va a permitir que Málaga «recupere uno de sus grandes edificios históricos para aprovecharlo con fines culturales y sociales», además de ser la anunciada sede del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

En este sentido, el delegado de Cultura de la Junta, Manuel García, se comprometió a abrir «un canal de diálogo» con los vecinos de la Trinidad para concretar el uso ciudadano del convento, que podría contar con salón de actos y sala para exposiciones.

Diario Sur, 11/02/2012

jueves, 9 de febrero de 2012

Campaña Salvemos la casa barroca de Cobertizo del Conde 22


Nuestro Ayuntamiento decide seguir con la política de aniquilamiento de nuestro patrimonio histórico en connivencia con la Junta de Andalucía. Esta vez pretenden demoler la casa barroca de c/ Cobertizo del Conde, nº 22 y sus maravillosas pinturas murales, que si nadie lo remedia desaparecerán en cuestión de días, ya que todo apunta a que las maquinas van a entrar de un momento a otro. En un acuerdo de pleno se protegieron todas las pinturas murales de la ciudad pero todo quedó en papel mojado. En los últimos casos de demoliciones de casas barrocas (en qué país se admitiría esta frase) no se rescataron o bien se hicieron de forma muy parcial y chapucera.


Animamos a todos los malagueños a entregar la siguiente carta por duplicada en el registro de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga y a enviarla por correo electrónico a la siguiente dirección: alcaldia@malaga.eu

Ya está bien de que estos señores expolien nuestro patrimonio sin ninguna oposición, escudándose en el desconocimiento del caso, la poca trascendencia o bien unos supuestos "informes técnicos" tan de moda últimamente. Hasta aquí podíamos llegar.

______________________________________________________________



Nombre: ____________
DNI:________________
Dirección:___________


D. Francisco Javier Pérez de la Fuente
Jefe del Departamento de Arquitectura y Conservación
de la Gerencia Municipal de Urbanismo,
Obras e Infraestructuras del Excmo. Ayuntamiento de Málaga
Paseo Antonio Machado, 12
29002 Málaga
Tel: 951928025


Málaga, 09 de febrero de 2012


Como ciudadano de Málaga, cansado de ver como desaparece día a día el patrimonio que nuestros antepasados han atesorado durante siglos en esta ciudad, donde palacios, casas barrocas, cuarteles, morros portuarios… nada tiene nunca el valor suficiente para ser conservado, donde se sustituye día a día nuestra interesantísima arquitectura vernácula, tan rica y adaptada a nuestro privilegiado clima, por otra anodina, ineficiente, insostenible y de mal gusto, donde el turista tiene cada vez menos “ciudad” que visitar, donde está a punto de ser demolida la vivienda barroca de c/ Cobertizo del Conde, nº 22, y espantado por los últimos casos en los que no se han respetado ni las pinturas murales, decido sumarme a la propuesta de conservación de la Plataforma Ciudadana para la Defensa del Patrimonio Malacitano, TORRE VIGÍA, por lo que,

SOLICITO

La protección integral del edificio ubicado en c/ Cobertizo del Conde, nº 22 como ejemplo singular de vivienda barroca de los arrabales de nuestra ciudad, así como la toma de medidas URGENTES para evitar su ruina y garantizar su conservación (le recuerdo que cualquier edificación antigua puede ser conservada y restaurada perfectamente, esté en el estado que esté, para eso existen buenos profesionales en la ciudad).

En el caso extremo de que tenga que ser demolida (caso que siempre podrá ser discutible) se rescaten la TOTALIDAD de sus pinturas murales, así como herrajes, tejas y cualquier elemento significativo, para poder ser insertado en la nueva construcción que deberá respetar la tipología actual, así como los materiales tradicionales.

Confío en que tanto usted como su departamento tomen medidas en el asunto. Por mi parte le garantizo que la respuesta a esta petición será ampliamente difundida por TORRE VIGÍA.

Saludos cordiales.

martes, 7 de febrero de 2012

El Ayuntamiento no sabe qué hacer con las estatuas de calle Alcazabilla


A finales del año pasado Torre Vigía se hacía eco de la preocupación por las estatuas que adornaban el jardín de calle Alcazabilla, ya que se retiraron al iniciar la obra de remodelación de toda la zona y se depositaron en unos almacenes de la Junta de Andalucía.

La novedad es que el flamante portavoz del PP en el Ayuntamiento y delegado de Urbanismo, el señor Diego Maldonado, reconoce que no saben qué hacer con las dichosas estatuas ya que en el proyecto ejecutado no se planteó la posibilidad de devolverlas a su lugar de origen. Quizás un par de estatuas de mármol de inspiración clásica no armonicen adecuadamente con el teatro romano o la Alcazaba. Eso sí, la pirámide de cristal (remedo pobretón y cateto de la del Louvre) como suponemos que le diría su arquitecto al político de turno: encaja a la perfección en su papel focalizador, donde convergen distintas líneas de fugas y que gracias a la acertada elección de texturas y materiales, bla bla bla...

Una vez más asistimos al desprecio por nuestro patrimonio, donde nada es lo suficientemente antiguo o valioso para ser conservado. A este paso Málaga va a tener el Centro Histórico más moderno de Europa.

(Torre Vigía)



___________________________________________________________

Noticia publicada en Diario Sur el 02/02/2012

Las estatuas se encuentran depositadas en un almacén de la Junta de Andalucía.


Los habituales del Centro Histórico que paseen por la renovada calle Alcazabilla echarán en falta dos esculturas de mármol que se encontraban en los pequeños jardines situados entre la zona de entrada a la Alcazaba y la calle. Las dos estatuas han perdido su sitio con la reforma y el Ayuntamiento no sabe aún dónde colocarlas. Así se refleja en una respuesta del delegado de Ordenación del Territorio, Diego Maldonado, al grupo municipal del PSOE, en la que se especifica que actualmente se encuentran depositadas en un almacén de la Consejería de Cultura, ubicado en la calle Lima, "por ser el lugar idóneo para su custodia y conservación, hasta que por el Ayuntamiento de Málaga se decida el lugar exacto de su nueva ubicación", señala la respuesta.

Maldonado explica que se guardaron "para su mejor protección" y reconoce que, en el proyecto de reurbanización de la calle Alcazabilla, no se contemplaba su reubicación. "Está pendiente la decisión sobre su colocación en el mismo lugar en el que se encontraban, en los remodelados jardines situados enfrente, o en otro lugar diferente", añade el delegado. Hasta que no se tome una resolución al respecto, las esculturas seguirán en un almacén en vez de ocupar el lugar que les ha correspondido en las últimas décadas.


viernes, 3 de febrero de 2012

La absurda demolición interior del palacio del Marqués de la Sonora


El palacio del Marqués de la Sonora, situando en la malagueña calle Granada nº 61 y atribuido al insigne arquitecto José Martín de Aldehuela fue levantado en 1789, sufriendo varias reformas en el s. XIX que le dieron su configuración definitiva. Hace unos años fue adquirido por el grupo Salsa Inmobiliara para construir en su solar un hotel de 5 estrellas (y decimos bien, en su solar)


En su Guía Histórico-Artística de Málaga, Rosario Camacho lo definía como "obra cumbre de la arquitectura palacial de su época" y no es por menos que contaba con protección integral. No solo la fachada decorada con pinturas murales, sino su maravilloso zaguán, sus escaleras de marmol, su patio columnado, sus vistosas mansardas... todo en él estaba protegido. Debemos añadir que en el momento de su venta, el edificio se encontraba en un estado aceptable, teniendo en cuenta sus dos siglos de antigüedad.


En este momento hace su aparición un arquitecto malagueño tan mediocre como mediático, y no es otro que Salvador Moreno Peralta. Incomprensiblemente realiza un proyecto incompatible con la conservación del edificio (recordemos que contaba con protección integral) por lo que convence a la promotora para demolerlo interiormente, no sin antes ordenar picar la fachada a Tomás de Cózar que contaba con pinturas murales.


Adiós a su maravilloso zagúan, adiós a sus escaleras de marmol, adiós a su patio columnado, adios a sus vistosas mansardas... Ahora solo queda una fachada apuntalada que tarde o temprano será declarada en ruina y demolida, con lo que el solar quedará libre y expedito para construir el hotel proyectado en su día por Salvador Moreno Peralta.

(Torre Vigía)

__________________________________________________________________

Artículo publicado en la Opinión de Málaga el día 02/02/2012

La promotora no tiene planes inmediatos tras los retrasos acumulados y el abandono de Hostes, que iba a gestionar el establecimiento.

El hotel de cinco estrellas que el grupo Salsa iba a construir en la calle Granada se ha quedado en el limbo, seis años después de que se paralizara su construcción. Los retrasos acumulados por las catas arqueológicas realizadas en el solar y los cambios a los que obligaron han condenado este proyecto, que se quedó hace dos años sin empresa que lo gestionara.

Las perspectivas no son mucho mejores para el futuro, como reconocieron portavoces de Salsa, que señalaron que no hay nada previsto para este solar.

El antiguo palacio de los Marqueses de la Sonora, que pertenecía a la familia Gálvez, lleva desde hace seis años convertido en un cascarón vacío. Sólo quedan los muros de la fachada del antiguo edificio y un amplio proceso de degradación en el entorno. De hecho, la promotora se comprometió hace casi dos años, cuando retiró la grúa de obra que estaba junto a la entrada principal, a poner una lona «más estética» que tapase la fachada, aunque sin resultado positivo por el momento.

Fuentes de Salsa reconocieron que por ahora la empresa no contempla retomar el proyecto de construcción del hotel de cinco estrellas, para el que no cuenta todavía con una empresa interesada en la gestión de este espacio.
Esto supone que la calle Granada seguirá con el solar vacío durante todo este año 2012, con previsión de que se pueda alargar ante la ausencia de un proyecto claro para retomar los trabajos.

La obra del hotel comenzó en 2006 y tuvo numerosos problemas, ya que el mal estado de los edificios obligó a derribar una parte ante el riesgo de derrumbe. Los restos arqueológicos obligaron a cambiar el proyecto arquitectónico, lo que paralizó los trabajos durante unos cuatro años, que se han ido alargando ante la renuncia de la cadena Hostes a gestionar el hotel y la crisis económica.

El resultado es que la calle Granada continúa con un gran solar en situación de semiabandono y sin perspectivas de que el grupo Salsa retome la inversión para construir el hotel.

Un proyecto con muchos problemas. El proyecto del hotel ha tenido problemas desde el principio, ya que los trabajos iniciales pusieron al descubierto el mal estado de la estructura original y de algunos de los inmuebles vecinos incluidos en el proyecto, lo que obligó a derribar la mayor parte del edificio antes de que se derrumbara solo, conservando únicamente las fachadas. También se retiraron las columnas de mármol que formaban un patio interior de la época barroca, con idea de reconstruir este espacio. Sí se mantuvo la portada barroca del zaguán de entrada, que permanece protegida en su ubicación original.

Las catas arqueológicas descubrieron importantes restos romanos y de la época califal, que obligaron a extender los trabajos y a modificar el proyecto, lo que obligó a obtener una nueva autorización de Cultura que se dilató cuatro años.

jueves, 2 de febrero de 2012

La asociación Hisn Atiba de Teba se une como Vigía



La asociación Hisn Atiba de Teba (Málaga) se une como vigía para la comarca del Guadalteba.
La red para la defensa del patrimonio malacitano sigue creciendo.

Bienvenidos amigos.

Web de Hisn Atiba


Grupo de Facebook de Hisn Atiba