jueves, 28 de junio de 2012

Historia de un despropósito


En esta ocasión, volvemos a traer el desgraciado caso de la demolición casi completa del antiguo palacio del Marqués de la Sonora, joya del barroco malagueño ubicada en calle Granada nº 59 y 61 que ha sido practicamente demolido hasta sus cimientos a pesar de contar con protección integral y del que solo nos han dejado parte de sus dos fachadas.

Antes de entrar en detalles queremos manifestar nuestro apoyo a D. Francisco Rodríguez Durán, propietario de Óptica Durán, arrendatario desde 1983 del local situado en los bajos del palacio y que tuvo que abandonar en 2007 ante el desastre que se estaba produciendo en el inmueble. Al innegable perjuicio económico se suma la incertidumbre durante todos estos años años, en los que se ha visto obligado a trasladar el negocio varias veces de lugar a la espera de la finalización de las obras. También queremos agradecerle que haya puesto en nuestras manos el dictamen pericial realizado por D. Porfirio Tejera Picossi, Arquitecto Técnico colegiado y perito forense, relativo a las obras realizadas en el edificio de c/Granada, 61 y elaborado a raiz de la demanda de la promotora que pretende resolver el contrato de arriendo.

Pero ahora dejemos por un lado ese informe para dar un salto en el tiempo hasta 2003, año en el que el grupo Salsa (Sociedad Azucarera Larios S.A.), en manos de los herederos de los ilustres Larios, deciden presentar el proyecto para la construcción de un hotel de 5 estrellas en el edificio. Estamos en plena burbuja inmobiliaria y Salsa está en la cresta de la ola gracias a sus innumerables promociones por toda la costa. El Ayuntamiento estudia el proyecto y en 2004 les concede la licencia con obligación de mantenimiento de las unidades arquitectónicas y la protección integral del edificio. Y para ello nada mejor que contratar al más polémico de los arquitectos malagueños, que no es ni más ni menos que Salvador Moreno Peralta (el papá de Pablo Alborán, para entendernos) famoso en todo el país por los desastres urbanísticos de la Trinidad, el Perchel o su más reciente descalabro, el proyecto de las Tecnocasas, que ha supuesto la demolición de calles enteras como Chinchilla, Cobertizo del Conde, etc. y la pérdida irreparable de valiosos edificios de los siglos XVIII y XIX. Nos estamos desviando así que volvamos al palacio...

Un buen día alguien de Salsa suma 2+2 y descubre que si se lleva a cabo el proyecto presentado junto con la obligación de proteger íntegramente el edificio, el beneficio iba a ser pequeño, cosa inadmisible en una empresa sumida en plena vorágine inmobiliaria. Alguien incluso apunta con malicia que saldría muchísimo más barato demolerlo todo y construir un nuevo edificio, pero claro, en este caso es imposible, es un edificio con protección integral... ¿imposible?. Cunden los nervios y se acude de nuevo a Moreno Peralta quien elabora una reforma del proyecto, que se visa en abril de 2005. Este proyecto de ejecución que modifica el proyecto básico anterior, aclara que: solo estriba en cambios de distribuciones interiores que no afectan a paramentros aplicables en ordenanzas y que se mantienen el resto de pronunciamientos del acuerdo de la inicial licencia. ¿Solo pretenden hacer cambios interiores? ¿Redistribuir las habitaciones? ¿Para eso tanto lío?

Más adelante lo veremos, por ahora debemos hacer una pausa y traer a colación una carta, que casualmente presentó un día antes del visado del nuevo proyecto de ejecución, Dña. Victoria Martínez Rodríguez (ciudadana a título particular) , donde comunicaba al Ayuntamiento que: Oyó ruidos como de caída de escombros que procedían del edificio en calle Granada nº 59 o 61.

¿Cómo entonces se pasó de un edificio protegido en su integridad a un vacío delimitado por dos fachadas apuntaladas? ¿Cómo se pasó de la primera fotografía a la segunda en tan solo un par de años?






 Sigan atentos a Torre Vigía, esta historia no ha hecho más que empezar...





miércoles, 27 de junio de 2012

El caos de Salsa en calle Granada


El que iba a ser el primer hotel de cinco estrellas de la ciudad en décadas se ha convertido en un gran proyecto fallido en pleno Centro Histórico.

Seis años después no hay nada. Ni siquiera licencia de obra. El antiguo Palacio del Marqués de la Sonora, que en 2004 estaba llamado a recuperar las cinco estrellas en los hoteles de la ciudad, se ha quedado en una fachada hueca que ocupa una de las esquinas más turísticas de la ciudad. Sin embargo, no hay visos de que la situación cambie a corto plazo. Salsa, la promotora del hotel, ya no tiene licencia de obra tras ser anulada por Urbanismo. Pero además, Salsa se encuentra en enmarañada en dos procesos judiciales relacionados con este proyecto, que complican aún más el futuro de este suelo.

Cuando la tercera crujía del antiguo palacio se derrumbó a finales de 2006, durante los primeros trabajos de rehabilitación del Palacio del Marqués de la Sonora, poco hacía presagiar que con ella se iba al garete todo el proyecto. El derribo del resto del inmueble, las largas excavaciones arqueológicas y la crisis bloquearon un proyecto que iba a recuperar la entrada de la castigada calle Tomás de Cózar y una parte muy importante de la fachada de la calle Granada.

Hospes, que iba a gestionar el edificio como hotel, se terminó aburriendo y abandonó el proyecto. Salsa no terminaba de reiniciar los trabajos. Las luchas intestinas por el control de la empresa, con un cambio de titularidad tras un largo proceso judicial, lastraron aún más el proyecto. Además, comenzaron la suspicacias sobre la conservación de los elementos de valor del antiguo palacio del siglo XVIII –el zaguán, columnas y algunas piezas más– y la idoneidad del derribo del edificio.

El arquitecto redactor del proyecto, Salvador Moreno Peralta, insiste en que se tuvo que demoler gran parte del inmueble «porque estaba en muy mal estado y la estructura amenazaba con arrastrar a la fachada y los edificios vecinos». Moreno Peralta apunta que el incidente que obligó a tomar esta medida –el derrumbe de una parte del inmueble con fachada a Tomás de Cózar– se produjo «cuando estaban los trabajadores en el interior intentando apuntalar el edificio», algo que fue imposible «por el mal estado de conservación».

El resultado es que gran parte del inmueble se ha convertido en un gran solar, con los elementos de valor guardados y a la espera de que un proyecto permita restituirlos en su espacio original.

Juicios. Para enmarañar más la situación, dos juicios están activos relacionados con el proyecto fallido en el Palacio de la Sonora. Uno está en el Juzgado de Primera Instancia número 17, en el que Salsa ha demandado a Francisco Rodríguez Durán, de la Óptica Durán, para rescindir el contrato de arrendamiento que tenía por un local junto al palacio y que fue desalojado con el compromiso de volver cuando estuviera el hotel. Este juicio ha dado lugar a un informe pericial, encargado por Fernando Rodríguez Durán, que estima la posibilidad de que hubiera cierta intención de derribar el inmueble y apunta a la falta de medidas de seguridad para evitar el derrumbe. No obstante, el perito forense reconoce que no ha podido consultar toda la documentación del proceso.

Por otro lado, está activa otra demanda de Salsa en contra de la Gerencia Municipal de Urbanismo de Málaga y que se dirime en el Juzgado Contencioso-Administrativo número 2, con vistas a ver la valoración que hizo Urbanismo de las actuaciones realizadas por la promotora en el derribo del palacio. La documentación del caso incluye un estudio de otro perito que destaca el mal estado del inmueble y que provocó su derrumbe.

A eso hay que unir el informe de la Consejería de Cultura y de Urbanismo que exigen la reintegración de un palacio que tenía una protección similar a la Catedral.

La Opinión de Málaga, 26/06/2012

martes, 26 de junio de 2012

Urbanismo retira la licencia a Salsa para construir el hotel de calle Granada


Deniega la concesión del permiso para esta obra al no completar la documentación del proyecto.

Urbanismo ha denegado la concesión de la licencia de obra a Salsa Inmobiliaria para la construcción de un hotel en el antiguo Palacio del Marqués de la Sonora, en la calle Granada y que llevaba paralizada seis años.

El delegado municipal de Urbanismo, Diego Maldonado, explicó que ya se ha comunicado a Salsa la declaración de «ineficacia de la licencia porque no ha cumplimentado los requisitos que le planteamos». Esto supone que el contador se pone a cero y corresponde a la promotora plantear una nueva licencia para el solar que ha quedado donde estaba el palacio y del que sólo se conserva la fachada y algunos elementos interiores que Salsa tiene la obligación de reponer en un futuro edificio.

Maldonado señaló que Urbanismo le había reclamado a comienzos de año a Salsa Inmobiliaria que completase la documentación sobre el proyecto arquitectónico y las catas arqueológicas «para completar su expediente y tomar una decisión sobre la licencia de obra». Esta reclamación de ampliación de la información estaba motivada por el descubrimiento de restos arqueológicos romanos que obligaron a cambiar el proyecto.

El delegado municipal de Urbanismo recordó que ahora queda un plazo «de varios meses para ver qué propone la promotora, porque nuestro interés es que se desarrollen los proyectos, no paralizarlos». Advirtió de que el Ayuntamiento tiene instrumentos, como el Registro de Solares, para asegurar que este espacio no se quede abandonado. «En función de lo que haga, veremos qué decisión tomamos sobre el futuro del solar», apuntó Maldonado.

La denegación de la licencia se produce tras seis años con la obra paralizada y la construcción de un hotel de cinco estrellas prácticamente abandonado, ya que Hostes, la empresa que iba a gestionarlo, renunció al proyecto con la llegada de la crisis y la falta de impulso de esta actuación.

La promotora se comprometió hace dos años, cuando retiró la grúa de obra que estaba junto a la entrada principal, a poner una lona «más estética» que tapase la fachada, aunque no se cumplió.

La aparición de restos arqueológicos y los cambios en el proyecto motivaron el freno a los trabajos de construcción del hotel, situación que se ha mantenido hasta la actualidad y dejando un gran solar vacío y rodeado de una fachada en mal estado en uno de los puntos de mayor paso de turistas.

El hotel iba a ocupar el Palacio del Marqués de la Sonora, construido en el siglo XVIII y con la máxima protección arquitectónica. Sin embargo, el inicio de los trabajos del establecimiento derivó en el derribo del interior del palacio que la dirección de obra argumentó por el mal estado del inmueble.
Sólo se conservaron algunos elementos como la fachada, así como columnas y un valioso zaguán que se retiraron de la zona en obras y se almacenó con el compromiso de reponerlo en su ubicación original.

Historia y valor arquitectónico

El palacio del Marqués de la Sonora se construyó en 1789. El edificio fue mandado construir por Félix Solacio en 1789, asentista de la Fábrica de Naipes de Macharaviaya, aunque pasó finalmente a la Familia Gálvez, una de las más poderosas del momento y muy vinculada a América, donde hicieron fortuna. De hecho, el zaguán, una de las piezas más valiosas del edificio, tiene talladas distintas frutas provenientes del nuevo continente como motivos decorativos. La fachada es uno de los ejemplos más valiosos de la arquitectura doméstica barroca que había en Málaga.

La Opinión de Málaga, 25/06/2012