lunes, 30 de julio de 2012

En busca del palacio perdido de la Sonora




En busca del palacio perdido de la Sonora. O cómo demoler un edificio con protección integral en Málaga al amparo de la Ley del Patrimonio Histórico sin que las autoridades investiguen nada de nada.

CUENTA la leyenda que D. José Bernardo de Gálvez –Marqués de la Sonora, oriundo de Macharaviaya y héroe de la independencia de los Estados Unidos de América– mandó construir un lujoso palacio frente a la Iglesia de Santiago en la ciudad de Málaga al mismo tiempo que los aires revolucionarios hacían saltar La Bastilla en el París de 1789.

PERO los historiadores, a través de la investigación de archivos documentales, han venido a desmentir estos hechos, salvo en lo referente a las fechas, pues fue D. Félix Solecio –un aristócrata de origen genovés cuyo blasón familiar luce como emblema principal un sol– quien realmente ordenó la construcción del mal denominado Palacio del Marqués de la Sonora, a pesar de que en su fachada luzca el escudo de armas de los Gálvez de Macharaviaya que parece fue colocado a mediados del siglo XX.

ADEMÁS del uso como residencia, D. Félix Solecio planificó que en los bajos del nuevo inmueble se llevaría también a cabo actividad comercial relacionada con los negocios que eran de su propiedad y deberían ayudar a garantizar la fortuna familiar, objetivo que resultó infructuoso pues a su muerte en 1806, dejando una herencia repleta de deudas, el palacio fue embargado y pasó a manos de una familia burguesa de Madrid, también con intereses económicos en Málaga que entre otros usos le dio –vía arrendamiento a terceros– el de escuela de señoritas.



LA calidad constructiva de este palacio le permitió seguir en pie en perfectas condiciones tras dos siglos, justo hasta que se inició el habitual y sistemático proceso especulativo inmobiliario sobre este edificio histórico, que fue así condenado al abandono y la falta de mantenimiento durante al menos dos décadas.

TODO el proceso comienza en noviembre del año 2000, cuando el Ayuntamiento de Málaga, a instancias de la Sociedad Azucarera Larios S.A. (SALSA), decide iniciar el procedimiento administrativo para modificar su uso legal según normativa urbanística vigente, de modo que se propone eliminar el uso de Equipamiento Social (interés General-Público) y transformarlo en Terciario-Oficinas (interés Particular-Privado). Aunque en agosto de 2003 se produce un nuevo cambio de planes, pasando la propuesta de modificación a uso Hotelero, que es la que definitivamente se aprueba en el Pleno Municipal de 27 de mayo de 2004, con la preceptiva autorización por parte de la Consejería de Cultura (CCJA) y de la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía (COPJA) vía informes favorables de julio y octubre de 2002.

DENTRO de este periodo de tramitación que transcurre entre 2000 y 2004, la promotora adquiere formalmente el inmueble (Escritura Pública firmada en diciembre de 2001)  y procede a firmar con el Ayuntamiento, en marzo de 2004, un Protocolo de Obligaciones por el que SALSA garantizaba que la actuación sería de rehabilitación (según concepto detallado en las Ordenanzas PEPRI-Centro), dado que el edificio gozaba de Protección Integral, además de por su elevado valor histórico-artístico, por el hecho de quedar inscrito en el Entorno del Bien de Interés Cultural de la Iglesia de Santiago. Cabe destacar que el proyecto de SALSA no afecta exclusivamente al Palacio, sino también a otros dos inmuebles colindantes, números 57 y 59 de calle Granada.

LA ficha del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz indica que el Palacio es una de las obras más importantes de la arquitectura civil del siglo ilustrado, cumbre de la arquitectura doméstica de su época, destacando en su fachada la portada de acceso, cuyo vano adintelado se abre entre pilastras cajeadas, con orejetas laterales, y sobre aquéllas cuelgan estilizadas ménsulas, quizás concebidas como soporte del balcón y convertidas en ornato. Tras este acceso se encuentra el zaguán, al fondo del cual surge la escalera, que cuenta con otra bella portada de mármol que se compone de dos columnas toscanas antepuestas a las pilastras y abundantes elementos decorativos, todos ellos característicos del barroco clasicista.

DE acuerdo con la referida obligación de conservación y rehabilitación, la promotora encarga al arquitecto D. Salvador Moreno Peralta la redacción de un primer Proyecto Básico, que recibe el visado del Colegio de Arquitectos de Málaga (CAM) en julio de 2003; y tras el visto bueno de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) en abril de 2004, el CAM procede al visado del Proyecto de Ejecución en noviembre de 2004.

OCURRE en abril de 2005 que V.M.R., una ciudadana a título particular, presenta escrito al Ayuntamiento comunicando que "oyó ruidos como de caída de escombros" en las fincas, tras lo que, sin conocerse más detalles al respecto, es sabido que promotora y arquitecto modifican el Proyecto de Ejecución, que recibe nuevo visado del CAM en el mismo mes en que se escuchan los referidos ruidos y que recibe nueva aprobación por parte de la GMU en julio de 2005.

POR fin en enero de 2006, tras un lustro de trámites administrativos, SALSA puede comenzar las obras de rehabilitación de las fincas, con el “infortunio” de que a los pocos días se produce un derrumbe parcial de parte del Palacio y aún hoy día sigue sin existir consenso sobre si afectó a la 1ª ó 3ª planta de la crujía que da a Calle Tomás de Cózar, porque en la GMU parece haber desaparecido “de forma misteriosa” (solo queda la carátula) el dossier redactado por el Director de Obras y arquitecto, Salvador Moreno Peralta; dossier que, extrañamente, la promotora no presentó a la administración hasta noviembre de 2006, diez meses después de producidos los hechos.



ADEMÁS, este dossier no fue presentado de forma “voluntaria” sino a instancias de la GMU, que en octubre de 2006 –siendo ya de dominio público que con plena intención, ya sin accidentalidad alguna, se había demolido casi por completo el interior de las fincas– emitió Informe Técnico en el que el Arquitecto Municipal (D. Alberto Ruiz Carmena) considera inadmisibles las obras llevadas a cabo sin licencia, por exceder ampliamente la actuación máxima definida en el PEPRI-Centro y no existir justificación fundamentada de dicha actuación, ya que se constata la demolición total de los inmuebles de Calle Granada 57 y 59, así como aproximadamente un tercio del inmueble de Calle Granada 61 esquina con Calle Tomás de Cózar. Promotora y arquitecto justifican esta demolición casi total en necesidades imperiosas y urgentes de seguridad pública.

EN febrero de 2007 SALSA solicita al Ayuntamiento la apertura de Expediente de Declaración de Ruina para así poder proceder a la retirada de escombros del solar, y en mayo del mismo año el CAM procede a visar un nuevo Proyecto Básico también redactado por D. Salvador Moreno Peralta, toda vez que las fincas han sido demolidas y ahora “se aprovecha” la oportunidad derivada de la demolición casi total de los edificios históricos para rediseñar el hotel proyectado con mayor “comodidad” y, por supuesto, mucho menor coste económico.

DE hecho, pero paradójicamente tras el tono habido en su Informe sobre las obras de demolición sin licencia, la GMU y la CCJA (agosto y septiembre de 2007) dan el visto bueno al plan de SALSA para terminar de demoler el resto del Palacio que aún quedaba en pie, salvo, eso sí, los muros de fachada de las tres fincas afectadas y con la obligación de reconstruir lo demolido sobrepasando la licencia de obras inicialmente concedida (Informes de la GMU y la CCJA de octubre y diciembre de 2007), aunque no proceden a depurar responsabilidad alguna ni a establecer ninguna sanción, ni administrativa ni civil ni penal por demoler un edificio histórico con Protección Integral.

ASÍ pues, entre febrero y abril de 2008, el CAM procede a visar el nuevo Proyecto Reformado, del mismo arquitecto, y la GMU emite Informe Técnico firmado por el Arquitecto Municipal (D. Alberto Ruiz Carmena) proponiendo aprobar el nuevo proyecto y conceder Licencia, que extrañamente no contempla ya la obligación de reconstrucción establecida el año anterior.

PERO esto ocurre ya cuando la burbuja inmobiliaria española ha estallado, lo que acaba provocando la paralización de las obras definitivamente, por lo que tras cuatro años de parón en las obras la GMU comunica a SALSA la declaración de ineficiencia de la licencia de obras en junio del presente año 2012.

FINALIZA esta secuencia con una pequeña vuelta atrás en el tiempo, haciendo mención a la denuncia por la demolición del Palacio del Marqués de la Sonora que un ciudadano a título particular –precisamente quien redacta y firma el presente texto– presentó en julio de 2011 ante la CCJA y la Fiscalía Provincial de Málaga, sección de delitos contra la Ordenación del Territorio y el Patrimonio Histórico, y que en noviembre de ese mismo año fue archivada por el Fiscal Decano D. Juan B. Calvo-Rubio Burgos, alegando que “no se puede deducir ni siquiera incidiariamente, la existencia de delito”; al igual que el Delegado Provincial de Cultura, D. Manuel Jesús García Martín, quien “se lavó las manos” en este asunto alegando, sin tapujos y literalmente ser “incompetente” en materia de Patrimonio Histórico en el BIC Centro de Málaga.



HASTA aquí queda expuesto pues el relato cronológico de los extraños, confusos y paradójicos acontecimientos que rodean la demolición de uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura civil del siglo ilustrado, que según los expertos historiadores del arte era obra cumbre de la arquitectura doméstica en Málaga.

AHORA cabe razonablemente preguntarse qué ocurrió realmente entre enero y octubre del año 2006, desde que se produce el desplome “fortuito” de una de las crujías del Palacio y posteriormente se lleva a cabo la demolición completa de los edificios de la calle Granada 57-59 y de gran parte del número 61 (el Palacio).

PARA ello ha de entrar en juego el testimonio y saber hacer de D. Porfirio Tejera Picossi, quien es Arquitecto Técnico colegiado y con Máster en rehabilitación y patología de edificios por la Universidad de Granada, que lleva ejerciendo profesionalmente desde hace un cuarto de siglo y que actuó como Perito Forense en el Juicio que un comerciante, cuyo establecimiento se ubicaba en uno de los locales de las fincas afectadas, interpuso en el año 2010 contra la promotora SALSA.

ES en marzo del presente año 2012 cuando D. Porfirio Tejera redacta el Dictamen Pericial –que un ciudadano indignado por la impune demolición del Palacio nos ha permitido consultar– y del que nos permitimos reproducir literalmente los párrafos más destacables entre sus 68 páginas, con lo cual concluye el presente artículo, dejando al lector la libertad para interpretar lo ocurrido en relación con la demolición del Palacio erróneamente conocido como del Marqués de la Sonora y del que en el futuro ningún arqueólogo al estilo Indiana Jones podrá rescatar ningún tesoro pues éste fue expoliado, al aparecer, impunemente y ante el silencio cómplice de una ciudadanía aletargada.

"A la vista de las condiciones en que se autorizó la obra: licencia para la rehabilitación con mantenimiento de las unidades arquitectónicas y protección integral del edificio (incluidos los forjados que forman parte de la estructura) no parece razonable pensar que, de haberse tomado las previas medidas mínimas y necesarias para el apeo, refuerzo y consolidación de los forjados que se derrumbaron, estos lo hubiesen hecho. En consecuencia, ni debió ser imprevisible, ni obedecer a causa de fuerza mayor, sino y más bien, a una falta de las condiciones de apeo y consolidación del forjado"

"No solo es razonable, sino que resultaría incomprensible y/o indolente que, ante el concreto, permanente, público y certificado compromiso de mantener las unidades arquitectónicas del edificio objeto de protección integral (incluida la estructura), no se tuviera la previa precaución, en un proyecto de rehabilitación, de chequear minuciosamente el estado real de la estructura del edificio, y en particular el de la crujía afectada"
"Que el derrumbe inicial de un forjado, en una de las crujías del edificio, no fue imprevisible, ni obedeció a causa de fuerza mayor, sino a la falta de medidas de apeo y consolidación del mismo y que en cualquier caso no implicaba la ruina del resto de la edificación y que antes de haber sobrevenido por causa de fuerza mayor, lo fue por una decisión continuada de  demoler y vaciar el edificio"

"Es evidente que, correspondiendo la fotografía al periodo donde se produjo el derrumbe del forjado en una de las crujías, lo que se estaba llevando a cabo era un metódico y programado proceso de demolición y vaciado del edificio donde se pretendía ubicar el hotel. Vaciado que ya se había completado en el inmueble de calle Granada nº 59"

"De lo expuesto se deduce que el derrumbe, que se dice se produjo, lo fue de forma contenida (no a lo largo de toda la C/ Tomás de Cózar) y que, estando arriostrada la fachada no era necesario el vaciado (con la toma de medidas adecuadas), del resto del inmueble. En cualquier caso ni implicaba la ruina del resto del edificio, ni derivaba en unas condiciones de sensiblemente menor resistencia -para la estructura- de las que ya tenía"

"En el informe del Departamento de Disciplina Urbanística de la GMU se indica que la demolición de los forjados parece haberse realizado mediante el corte de la viguería con maquinaria (...) y podría argumentarse que ese corte se produjo con posterioridad al desmontaje de la tablazón y otros elementos que constituían el forjado, para que fuese menos traumático en los muros de fachada. Explicación que vendría a reforzar la tesis de que la estructura horizontal era fuerte y resistente. Y lo que no tendría crédito alguno es que se dijese que la viguería en su conjunto era deficiente, pues como se puede apreciar las secciones de la madera presentan un más que aceptable aspecto y estado, además de unas generosas dimensiones en sus escuadrías. De todo ello concluyo que la ruina del edificio no sobrevino por causa de fuerza mayor, obedeció por el contrario a una identificada decisión de demoler y vaciar el edificio"

"Sí que hay ventajas, y que hay que calificarlas como extraordinarias. Por un lado, y una vez demolido el edificio (tal y como hoy se encuentra), las posibilidades de dotar al mismo de una nueva estructura interior (sea como reinterpretación, o no, de la anterior) permite una organización de los trabajos muchísimo más eficaz que realizarlos con el corsé que supone el refuerzo, restauración y recuperación de las antiguas estructuras"

"Son reveladoras las manifestaciones que el Arquitecto proyectista hace en el primer párrafo de la página 5 del proyecto visado con fecha 9 de mayo de 2007 (partiendo del edificio ya vacío) para justificar las modificaciones con respecto al proyecto original y que a continuación se reproducen: La rehabilitación no puede ser una coartada para reinventar la historia, pero menos aún una justificación para perpetuar la cochambre como un valor cultural".

Revista el Observador, 25/07/2012
Anton Iván Ozomek Fernández
Geógrafo outsider – Blog EDIFEICIOS

lunes, 16 de julio de 2012

Derriban el edificio barroco de Cobertizo del Conde





El Ayuntamiento afirma que ha actuado ante la inactividad de la Junta, que planificó hace siete años 42 tecnocasas en la calle Cobertizo del Conde .


El edificio barroco de la calle Cobertizo del Conde número 22, en la zona de Las Lagunillas, ya solo queda en el recuerdo de los malagueños. El Ayuntamiento de la capital ha procedido a su demolición «por riesgo cierto de desplome» después de que la Junta de Andalucía, beneficiaria a través de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA) de la expropiación, no haya llevado a cabo ninguna actuación para la construcción de una promoción de 42 'tecnocasas' que ideó hace siete años. Según fuentes de Urbanismo, el temor a que su estado de deterioro pudiera provocar algún daño a transeúntes le ha obligado a actuar de forma subsidiaria, aunque antes de proceder al derribo se han recuperado las pinturas murales de la fachada con la intención de que sean colocadas en el edificio que ocupe algún día el solar ahora vacío en el Centro.




La protección de estas pinturas es el único consuelo que les queda a los ciudadanos que llevan meses reclamando la conservación de este inmueble del siglo XVIII, que no estaba protegido, y pidiendo a la administración que tomara medidas urgentes para evitar su ruina. Con este objetivo, la Plataforma Ciudadana en Defensa del Patrimonio Malacitano Torre Vigía puso en marcha en febrero una campaña en la que pedía el envío masivo de cartas al área de Urbanismo del Ayuntamiento para exigir la protección integral del edificio «como ejemplo singular de vivienda barroca de los arrabales de nuestra ciudad». Asimismo, se apuntaba que en el caso «extremo» de que tuviera que ser demolido, se rescatara «la totalidad de sus pinturas murales, así como herrajes, tejas y cualquier elemento significativo para poder ser insertado en la nueva construcción». En definitiva, con esta actuación pretendían evitar «el aniquilamiento de nuestro patrimonio histórico».



Alzado de la fachada

Sin embargo, la Gerencia Municipal de Urbanismo argumenta que dado que la promoción de viviendas planificada por la Junta no ha comenzado «y existiendo riesgo cierto de desplome que podría causar daños personales» al tratarse de una calle estrecha muy frecuentada, se dio orden a EPSA para que la demoliera después de que en una inspección técnica se comprobara «que era imposible de mantener». Al no actuar EPSA, según el Consistorio, el Ayuntamiento «lo ha realizado por ejecución subsidiaria», tras lo que le pasará la factura a la empresa pública. En la visita al inmueble, especifica Urbanismo, estuvieron tanto el Ayuntamiento como la Oficina de Rehabilitación de la Junta.



El gerente provincial de EPSA, Juan Alcaraz, explicó ayer a este periódico que se han seguido los pasos habituales en estos casos y, sobre el proyecto de tecnocasas -pisos en alquiler para jóvenes con un espacio vinculado para el teletrabajo- confirmó que no hay fecha prevista de inicio en la zona por la situación económica actual.



Antes de proceder a la demolición y «ante la imposibilidad técnica de mantener la fachada», se ha realizado un alzado de la misma para que pueda volver a edificarse tal cual estaba. Asimismo, las pinturas «se han extraído con informe de Cultura de la Junta» y volverán a su lugar de origen «sanas y salvas».


Diario Sur, 15/07/2012