martes, 28 de agosto de 2012

Me siento humillado por las Administraciones Publicas de Málaga




Tal vez el caso de José Luis Herrera sirve para explicar mejor que ningún otro hasta qué punto la desidia de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento a la hora de desarrollar el proyecto de las 'tecnocasas' ha supuesto no solo una ruina visible para el casco antiguo de Málaga, sino también una ruina para muchos particulares. José Luis es el propietario del edificio que hasta hace pocos días se ubicaba en el número 24 de la calle Cobertizo del Conde, en la zona situada entre las Lagunillas y la Cruz Verde. Es la casa de su familia desde que su madre la compró a mediados del pasado siglo.



En agosto de 2005, este particular solicitó licencia de obras para reemplazar el inmueble por otro de nueva construcción, un permiso que el Ayuntamiento le denegó pero que, tras recurrirlo en los tribunales, le fue concedido en septiembre de 2007. Sin embargo, esta licencia le llegó dos meses después de que el Consistorio, de acuerdo con el Gobierno andaluz, incluyera su propiedad entre las que se tenían que expropiar de forma forzosa para dar paso a una de las promociones de las llamadas 'tecnocasas'.

Resignado a que ese tenía que ser el fin de la casa, José Luis Herrera aceptó en 2009 que se la expropiaran por 290.204 euros. Tras el disgusto inicial de tener que desprenderse de ella y de no poder acometer su proyecto inicial, pensó que ahí terminaba la historia, cobraría el dinero y punto. Sin embargo, eso no era más que el inicio de un calvario que ya va para tres años.

Su abogado, Manuel Jiménez, del despacho Ius Urbis, explicó que, como muy tarde, debería haber ingresado el dinero el 16 de junio de 2010 y que, tras reclamarlo, la Gerencia Municipal de Urbanismo rechazó su petición alegando que no tenía límite de tiempo para pagar. Esta respuesta ha sido recurrida en los tribunales por este vecino.


Pero la historia no termina ahí. Y es que hace pocas semanas, Urbanismo decide que hay que derribar la casa, y otra adyacente, porque su estado de ruina supone un peligro para los viandantes. Así lo hace y, como el propietario de la finca sigue siendo José Luis, le pasa la factura de la demolición, pese a que su coste ya está descontado del precio de la expropiación pactado hace tres años y que todavía no ha cobrado porque la Junta no ha liberado el dinero. «Me siendo humillado por las administraciones públicas de Málaga. Esto solo sucede en este país», afirma José Luis que, a sus 75 años, ya ha pasado por dos infartos y en las próximas semanas se someterá a una delicada operación.

Diario Sur, 21/08/2012

viernes, 24 de agosto de 2012

Aparece en Vélez-Málaga un ánfora romana llena de vino


Los expertos van a tratar de confirmar que el líquido que contiene es alcohólico, después de localizar la pieza en el archivo municipal.

Durante la época romana, hace dos mil años, el vino, las pasas, la miel, el 'garum' o pasta de pescado y la seda que se producían en las costas malagueñas se exportaban con regularidad hasta la capital del imperio, donde eran productos muy cotizados y apreciados. Así, no es extraño haber localizado ánforas y otros objetos en los que se almacenaban estos manjares en los numerosos yacimientos arqueológicos repartidos por la provincia. Lo excepcional es el hallazgo de una ánfora sellada, con mader a de corcho, resina y cal, tal y como hacían los romanos, en los fondos del archivo municipal de Vélez-Málaga.

Según los arqueólogos y técnicos municipales de Cultura, la pieza, que data del siglo I, está llena de un líquido que ellos aseguran que con casi toda probabilidad tiene que ser vino de la época. Así, el concejal de Cultura y Patrimonio, José Antonio Fortes (PP), explicó ayer que el ánfora tiene un tapón «hermético» y contiene entre 25 y 30 litros de un líquido que los técnicos estiman que es vino. Esta pieza ha sido encontrada durante los trabajos de catalogación y limpieza de los fondos del Ayuntamiento que se están llevando a cabo para la próxima apertura del Museo de la Historia de la Ciudad.

El ánfora fue descubierta en 1960 en el marco de un programa de búsqueda arqueológica emprendido por la Diputación y fue almacenada en los sótanos del Palacio de Beniel, donde ha permanecido olvidada. La vasija fue hallada en las proximidades de la desembocadura del río Vélez, en los restos de la antigua ciudad de Maenoba, y fue datada en el siglo I.

«Se trata de la época de mayor profusión de viajes entre la Bética y Roma, cuando la mercancía iba con mayor asiduidad incluso que ahora, y se transportaba lo que era típico de aquí: el vino, el aceite, los higos o la seda», dijo el edil. Según Fortes, el arqueólogo del Ayuntamiento se decanta por que el contenido sea vino, ya que los recipientes que se empleaban para transportar el aceite tenían menos cuello.

El objetivo del Consistorio es ponerse en contacto con el Consejo Regulador del Vino de Málaga o algún laboratorio especializado para analizar el contenido del ánfora. «Por el tipo de sellado, el contenido tiene que estar en perfectas condiciones y queremos saber qué sabor tenía el vino de la época, si era una variedad de hidromiel o era ya el típico vino dulce de esta zona», añadió Fortes.

El ánfora tiene aproximadamente un metro de altura, dos asas para facilitar su transporte, un cuello largo, un lacrado formado por cal y resina y una base en forma de punta, lo que obligaba a colocarla sobre unos soportes en los barcos de transportes. Esta vasija formará parte del Museo de la Historia de la Ciudad.

 Contenido. El ánfora romana data del siglo I de nuestra era, fue localizada en unas excavaciones realizadas en 1960 en la desembocadura del río de Vélez-Málaga, donde se situó la antigua ciudad de Maenoba.
Peculiaridad. Tras 52 años, los técnicos han descubierto que alberga entre 25 y 30 litros de un líquido que ellos entienden que es vino, ya que el tapón que posee de madera de corcho está sellado herméticamente con cal y resina.

Diario Sur, 11/08/2012

lunes, 20 de agosto de 2012

El caserón que agotó todas sus vidas


Salvemos Málaga, Izquierda Unida y la asociación de vecinos del Centro Antiguo reclaman al Ayuntamiento medidas de protección para el número 10 de la calle Madre de Dios.

En 1833, el mismo año en que la jovencísima Isabel II sucedía a su padre, Fernando VII, en el trono de España, el dueño de un precioso palacete de la calle Madre de Dios, a pocos metros de la plaza de la Merced, terminaba una reforma definitiva que transformaba en terraza el viejo tejado y le daba unos aires más modernos €más decimonónicos€ a este caserón de finales del XVIII.

Casi 180 años después, un medallón en la fachada del número 10 de la calle Madre de Dios da fe del lejano año de las reformas, pero su estado actual es decrépito, con una gran grieta asomando por la terraza.

Y lo más lamentable, con casi todas sus ventanas y cierros abiertos. «Se la han dejado abiertas para favorecer que las aves y la humedad deterioren el conjunto. Es decir, los propietarios del inmueble quieren provocar su ruina para demolerlo», reza una carta enviada ayer al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, por el portavoz adjunto del grupo municipal de Izquierda Unida, Eduardo Zorrilla. En la carta le pide al alcalde que adopte las medidas necesarias para proteger el inmueble y solicita información «sobre cualquier tipo de expediente iniciado por la Gerencia Municipal de Urbanismo», así como si ha sido inspeccionado por técnicos de la Gerencia.

La formación de izquierdas se ha sumado a la denuncia del blog Salvemos Málaga, que ha alertado del riesgo serio de perder un edificio de importante valor patrimonial y del que a Izquierda Unida no le consta protección arquitectónica alguna. «Hemos pedido información a la Gerencia de Urbanismo porque no sabemos nada del edificio, pero no aparece en las fichas del Pepri Centro», explica el concejal Eduardo Zorrilla.

Nicolás Sánchez, responsable del blog Salvemos Málaga, confiesa que el estado de abandono de Madre de Dios, 10, «me amarga, es increíble porque es un edificio buenísimo y están esperando a que se caiga, porque las grietas que tiene son muy peligrosas».

Con bajo, entresuelo y dos plantas más, coronadas por una terraza, de la fachada llama la atención su portada con pilastras dóricas y un artístico óculo cerrado por una reja de forja para ennoblecer la casa y aumentar la luz del patio central. La primera altura, de aires neoclásicos, es también llamativa. En este sentido, Eduardo Zorrilla y Nicolás Sánchez llaman la atención sobre el parecido que guarda el palacete con la Alameda Principal, 18, la actual sede de la Delegación del Gobierno andaluz.

En defensa de este palacete también se ha sumado la asociación de vecinos del Centro Antiguo. Su presidenta, María José Soria, cree que «lo que el Ayuntamiento no puede esperar es a que se caiga, porque entonces no es de nadie» y aboga porque se tapien todas las ventanas que ahora permanecen abiertas. «Si se tapian, el edificio queda más robusto y tiene menos peligro de derrumbe», recalca.

Joaquín, vecino del inmueble de al lado, calcula que el palacete puede llevar unos «10 ó 12 años abandonado», y cuenta que detrás de su puerta tapiada hay un patio con una entrada con columnas, una escalera al vuelo con azulejos del XIX y hasta hace unos años había una fuente, que fue robada.

«A principios del siglo pasado o mediados aquí había un colegio pero luego fue muchos años casa de vecinos y hasta estado muy destrozado, a lo mejor arreglada luce mucho», considera.

El concejal de Urbanismo, Diego Maldonado, dijo ayer a La Opinión que en cuanto conozca el contenido de la carta de IU «veremos, de acuerdo con los técnicos, qué se puede y se debe hacer».

El pasado mes de abril, el pleno municipal aprobó una moción de IU para proteger un edificio del XVIII en la calle Dos Aceras, 9 que tampoco tenía protección.

Alfonso Vázquez, La Opinión de Málaga, 11/08/2012